Iglesias amparan víctimas de inundación en Río

El Ejército de Salvación destinó un equipo de 12 personas de Sao Paulo a Río de Janeiro, con el propósito de auxiliar a colegas que están trabajando en el apoyo de familias que fueron castigadas por una de las mayores tragedias vivida por la ciudad y alrededores: lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra.

En menos de 24 horas se registraron 288 milímetros de precipitaciones en la capital fluminense, el equivalente a la media mensual de abril. La lluvia que cayó durante la semana dejó alrededor de 229 muertes. La mayor tragedia aconteció en la ciudad de Niterói (a 14 km de Río), en el deslizamiento del Morro do Bumba, enterrando casas y matando por lo menos a 39
personas. Según el Cuerpo de Bomberos de Niterói, el trabajo de remoción en el lugar duraría más de 15 días, pues sería preciso retirar un millón de tonelada de basura. La prefectura estima que 200 a 300 personas vivían en las 50 casas que fueron enterradas por el barro.
Iglesias evangélicas localizadas en las áreas afectadas acogieron personas que perdieron todo en la inundación. La Asamblea de Dios del barrio de Fonseca, en Niterói, se convirtió en sitio de abrigo de las víctimas de la tragedia. Lo mismo ocurrió en la congregación de la Asamblea del Jardín Vistoso.
El escenario es de terror y abatimiento en el Morro del Bumba, describen los pastores Antônio Mesquita, de las Asambleas de Dios de Fonseca, Niterói, y Ezequiel Braça, del Proyecto Crecer.



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