En la película The Guardian (El Guardián), el espectador es llevado al mundo de los nadadores de rescate de la Guardia Costera de los Estados Unidos. Dieciocho semanas de intenso entrenamiento prepara a estos valerosos hombres y mujeres para la tarea de saltar desde el helicóptero para rescatar a aquellos que se encuentran en peligro en el mar. Entre los desafíos se incluyen la hipotermia y la muerte por ahogamiento. ¿Por qué habrían personas que se arriesgarían tanto por extraños? La respuesta se encuentra en el lema del nadador de rescate: “para que los demás vivan”. Esto me inspiro dar este lema a este ministerio y sitio web.
En la obra Book of Martyrs (El libro de los Mártires) de Foxe, leemos acerca de una diferente clase de rescate que exigía compromiso y sacrificio extremos. John Foxe registra las historias de creyentes que sufrieron y murieron porque proclamaron el amor de Jesús. Sabiendo que podía costarles la vida, estos creyentes dieron a conocer al Salvador a un mundo que le necesitaba desesperadamente.
El Apóstol Pablo – él mismo fue un mártir de Cristo – expresó su pasión por los corazones de las personas de esta manera: “ Rom 9:3 Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne”. Pablo anhelaba tanto que sus compatriotas judíos llegaran a Cristo que estaba dispuesta sacrificar todo, “ para que los demás vivan”.
Abracemos también esta pasión por las almas eternas de hombres y mujeres.
La cruz revela el amor de Dios por los perdidos.
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